jueves, 22 de octubre de 2015

De "La Aventura del saber"

"El Universo es un libro escrito en el lenguaje de las matemáticas, siendo sus caracteres triángulos, círculos y otras figuras geométricas, sin las cuales es humanamente imposible comprender una sola palabra; sin ellos sólo se conseguirá vagar por un obscuro laberinto"

Aunque la frase pueda parecer un poco excesiva, Galileo Galilei tenía, como en tantas otras cosas, muchísima razón. Desde la época en que vivió, principios del siglo XVII, las matemáticas han el instrumento ideal para entender y explicar un sin fin de fenómenos naturales.

Isaac Newton, que por esas coincidencias de la Historia nació el mismo año que murió Galileo, gracias a las Matemáticas no sólo demostró que Galileo tenía razón, sino que explicó matemáticamente las leyes que rigen el movimiento de todos los cuerpos del sistema solar. Uno de los tripulantes del Apolo XI en su vuelo a la Luna realizó el siguiente comentario al abandonar la órbita terrestre: "Ahora es Newton quien nos conduce"

Desde entonces, no sólo en la Física, sino en la práctica totalidad de las ciencias, - Biología, Medicina, Economía, Sociología, ...- las matemáticas se han demostrado como un instrumento imprescindible en el esfuerzo de la Humanidad por comprender y explicar el mundo que nos rodea.

Pero las Matemáticas no sólo contribuyen a explicar el Universo en el que vivimos, sino que lo hacen más confortable. Desde el simple hecho de encender una luz, hasta fotografiar la superficie de Júpiter a unos cientos de kilómetros, pasando por calentar la comida en el microondas, hablar por teléfono, ver este programa en su pantalla de televisión, entre otros, todo ello sería impensable sin el soporte que las Matemáticas han proporcionado a físicos, ingenieros, técnicos y especialistas de los más variados campos.

Nuestra intención (de los matemáticos) no es sumergirnos en un océano de fórmulas, ecuaciones, logaritmos y otros tecnicismos que seguramente a muchos les traen recuerdos no demasiado gratos. Nuestro objetivo es menos pretencioso: sólo pretendemos que usted descubra con nosotros que las Matemáticas están ahí, presentes en las más insospechadas manifestaciones de nuestra vida cotidiana. Que esa planta que tenemos en casa crece siguiendo pautas matemáticas, que los animales crecen, se desarrollan y hasta se mueven ajustándose a leyes matemáticas, que la cenefa de su cuarto de baño, ha sido creada según movimientos geométricos, que cada vez que arrancamos nuestro coche, el cuenta-kilómetros está realizando sus cálculos gracias al número pi [...] y que hasta el azar, esos fenómenos impredecibles resultan que no lo son tanto si los miramos con ojos matemáticos.

Ojos matemáticos, esa es nuestra idea. Proporcionarles, de manera amena y sencilla unas gafas, que al igual que las lentes de infrarrojos nos permiten ver en la noche, nos faciliten la visión de todos los procesos matemáticos que diariamente se producen a nuestro alrededor. Unas gafas que no se compran en ningún sitio porque están en nuestro cerebro y que como decía Galileo, nos van a permitir, si no salir del laberinto, sí al menos saber en que punto del mismo nos encontramos.


Fuentes relacionadas en este blog

Los problemas abiertos.
La puerta equivocada (de Adrián Paenza).
El problema de los matemático (sobre el UTF).
Un nombre extraño: Galileo Galilei, de The Renaissance Mathematicus.

Otras fuentes que le pueden interesar

Matemáticas con Los Simpson.
Grandes historias en la ciencia que nunca ocurrieron.

No hay comentarios:

Publicar un comentario