Solsticio (Incas)
Nuestros antepasados empezaron a leer la inmensa cartografía de las estrellas antes de escribir en la arena. Desde todos los confines, subidos en montes y atalayas, los antiguos astrónomos, quienes también eran magos, descubrieron la ruta de las constelaciones y calcularon, con sorprendente exactitud, el calendario de los solsticios y equinoccios.
Estas destrezas se tradujeron a la hora de la siembra y la cosecha, cuando, después de ser nómadas, pasaron a aprovechar la agricultura. Una época importante fue el solsticio de junio -Imbabura, por estar en el hemisferio norte le corresponde el solsticio de verano- donde el agradecimiento a la Madre Tierra por los dones recibidos aún pervive en una fiesta que, aunque tiene muchos nombres, posee un símbolo: la fecundidad. Este es el sentido de la fiesta del Solsticio de junio, llamada desde hace dos décadas Inti Raymi (fiesta del sol).
Esta celebración solar no es exclusiva de los incas, como parecen creer quienes alientan esas reminiscencias, olvidando que los caranquis, señorío étnico que construyó más de 5.000 tolas desde el Valle del Chota a Guayllabamba, poblaron estas tierras del 500 al 1500 de N.E., antes de las sucesivas invasiones de los cuzqueños y españoles, en el siglo XVI. De allí que el término Inti Raymi, por lo demás declarado patrimonio en Perú, acaso no sea el mejor nombre para estas festividades que, para Imbabura, implican las deidades del tutelar monte Imbabura, dador de agua, así como cascadas, vertientes, ríos y árboles.
Obviamente una fiesta no es estática, y con la llegada de los nuevos dioses católicos, estos se incorporaron incluso con sus propios santos. La fiesta del Solsticio, además, es un ritual donde se evidencia la transformación de estas sociedades microrregionales no exentas de principios de reciprocidad y redistribución, donde los priostes se confunden con los aya humas.
Sin embargo, en la fiesta sobrevive uno de los elementos que modificaron la historia de la humanidad: el fuego. No es descabellado dar un nombre: Nina Raymi, Fiesta del Fuego, después de todo aún las hogueras se encienden, entre el olor de la pólvora de los castillos mientras los danzantes suben y bajan colinas. Para volver a los orígenes no hay que olvidar que los antiquísimos pueblos encendían hogueras interminables para pedir al Sol que no se alejara del firmamento y, como todos los años, vuelva para que germine la vida, en el eterno ciclo que va de las cenizas, con la quema de los rastrojos, a la semilla que, para el caso de los caranquis, era y sigue siendo el maíz.
Inti Raymi (Festival of the Sun) at Sacsayhuaman,Cusco |
Equinoccio (Incas)
Nuestros antepasados construyeron los primeros observatorios para seguir el progreso del sol. Un ejemplo es en Machu Picchu en Perú, donde la piedra Intihuatana, que se muestra más arriba, se ha demostrado que es un indicador preciso de la fecha de los dos equinoccios y otros períodos celestes significativos. La palabra Intihuatana, por cierto, significa literalmente para atar el sol.
Hoy en día, sabemos que cada equinoccio y solsticio es un evento astronómico, causada por la inclinación de la Tierra sobre su eje y órbita incesante alrededor del sol.
Debido a que la Tierra no está en órbita en posición vertical, sino que está inclinado sobre su eje por grados de 23 y medio, hemisferios norte y sur lugares comerciales de la Tierra a lo largo del año en recibir la luz del sol y el calor más directamente.
Intihuatana en Machu Picchu. |
Hola. Hace años puso una foto de Inti Raymi en Wikipedia, con la condición qué fuera creditada. Usted la usa en el site, es la primera, pero sin el crédito. Pido que corrijan. Saludos.
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